El vestido midi destaca por su diseño fresco y veraniego. Cuenta con un cuello halter anudado en el cuello, dejando los hombros al descubierto y ofreciendo un toque sensual gracias al detalle de nudo central que forma una pequeña abertura en el pecho. La parte superior del vestido es de color verde oliva con un patrón geométrico blanco, mientras que la falda en contraste es de color blanco crudo con motivos ornamentales verdes estilo ikat que le dan un aire bohemio y artesanal.

La silueta es recta y relajada, de corte midi (a media pierna), ideal para climas cálidos. El diseño está acompañado de accesorios sutiles como una pulsera gruesa en tono mostaza y sandalias blancas tipo flat, completando un look cómodo y sofisticado.